jueves, 23 de septiembre de 2010

vigorexia

Encontre super buena la idea de hablar acerca de los transtornos alimenticios de los hombres y en eso encontre la vigorexia.
La dismorfia muscular es un trastorno alimentario caracterizado por la presencia de una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia que es la preocupación excesiva del cuerpo). A veces referido como vigorexia, anorexia nerviosa inversa o complejo de Adonis, la dismorfia muscular es un tipo muy específico de trastorno dismórfico corporal. Esta enfermedad es más común en los hombres.
La vigorexia no esta reconocida como enfermedad por la comunidad médica internacional, pero se trata de un trastorno o desorden emocional donde las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual que lo que sucede cuando se padece anorexia, pero a la inversa.
Una persona que siempre se encuentra con carencia de tonicidad y musculatura, puede sentir una necesidad obsesiva de realizar ejercicio físico para mejorar su aspecto corporal, haciéndolo de forma compulsiva, y con ello padecer vigorexia. Con esta, los cuerpos suelen desproporcionarse, adquiriendo una musculatura no acorde con la talla de la persona.

Existen dos manifestaciones: la extrema actividad del deporte, o la ingesta o comedor compulsivo para subir de peso pero en el espejo verse esqueléticos y seguir comiendo más.
En general se cree que la anorexia es propiedad exclusiva del género femenino, si bien las damas enfrentan un riesgo mayor porque los parámetros de belleza que se les imponen son más estrictos, esto no garantiza su exclusividad.
Los trastornos alimentarios se están volviendo cada vez más comunes entre los hombres, según afirma la jefa del Área de salud y Nutrición de la Dirección General de la Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Mar Garrido.
Además de la anorexia y la bulimia, la vigorexia está ganando terreno entre los varones, esta afección hace que los enfermos coman compulsivamente para subir de peso y pasen excesivas horas dentro del gimnasio con el fin de aumentar la masa muscular porque de lo contrario se ven débiles y enclenques.


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Los trastornos de la conducta alimentaria en general, constituyen un tema bastante divulgado, más o menos profundamente, en los medios de comunicación y las revistas científicas dedican, también, algunas páginas a este trastorno. Los medios, especialmente la televisión, juegan un papel significativo en lo social y cultural que puede afectar la prevalencia e incidencia de los trastornos de la alimentación como la bulimia y la anorexia nerviosa. El sexo masculino y la clase social media son factores que parecen estar asociados con una desfavorable evolución en los trastornos de la conducta alimentaria. La edad de inicio tiene sus controversias, para algunos investigadores no hay diferencia entre los géneros, otros afirman que los hombres desarrollan trastornos de la conducta alimentaria más tardíamente que las mujeres, entre 18 y 26 años (17-20). Algunos grupos de hombres presentan más posibilidades de presentar un trastorno de la conducta alimentaria; se destacan aquellas cuyas profesiones están más ligadas a una preocupación exagerada de la imagen corporal o del peso como modelos, gimnastas, jockeys, corredores, fisiculturistas, nadadores.

http://www.lavozdigital.es/cadiz/prensa/20070510/ocio/sindrome-adonis_20070510.html

Depresión en anoréxicos

La posibilidad de una alteración afectiva entre anoréxicas oscila entre 52% y 98%, siendo la depresión el trastorno más común; en las pacientes bulímicas estas cifras fluctúan entre 52% y 83% y para depresión mayor entre 38% y 63%. La ocurrencia de trastorno afectivo bipolar II entre las anoréxicas se ha encontrado desde 9,7%, en un seguimiento a 10 años, hasta 56% en pacientes hospitalizadas con desórdenes alimentarios severamente enfermas. Por otra parte, se ha identificado un elevado rango de trastornos depresivos en familiares de pacientes con anorexia nerviosa y bulimia nerviosa. El trastorno bipolar suele hallarse en familiares de pacientes con anorexia purgativa y bulimia (35-37).

Existe un número de factores de riesgos asociados con los trastornos de la alimentación en general, estos incluyen:

1. Nueve de diez afectados son de sexo femenino (con un rango estimado de 2 a 7 millones de mujeres comparados con unos 100 mil a 1 millón de hombres, en Estados Unidos)
2. En el 90 % de los casos, la edad de inicio se sitúa entre 15-30 años de edad
3. La mayoría de los individuos con anorexia son de raza caucásica, con educación colegial, mujeres de una clase social media o alta
4. La mayor parte de los individuos provienen de familias intactas y completas
5. El factor de dieta parece ser el precursor para el desarrollo de la enfermedad
6. La mayoría posee una distorsionada imagen corporal
7. Depresión es frecuentemente observada
8. Los desordenes de personalidad son comunes con características pasivo-agresiva, borderline o histriónicas observadas
9. Influencia de factores socioculturales conduciendo esta conducta con el énfasis en la delgadez en las mujeres y la muscularidad y delgadez en los hombres
10. Es común en el sexo masculino la sexualidad y la homosexualidad
11. El alcohol y otras drogas de abuso son prevalentes

En adición a la conducta anoréxica de no permitir el mantenimiento de un peso mínimo normal corporal. El DSM-IV: Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Psíquicos, reporta, un temor a ganar peso, y una distorsión de la percepción de la figura corporal.
En cuanto al sexo masculino frecuentemente estos trastornos están asociados a otros trastornos psiquiátricos, como depresión, abuso de alcohol y drogas.




http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/290/1/Trastornos-de-la-Conducta-Alimentaria-en-Hombres-Anorexia-y-Bulimia-Nervosa-Caso-Clinico.html

miércoles, 15 de septiembre de 2010

medicamente

Cómo se manifiestan

1.Tanto en la anorexia como en la bulimia hay una insatisfacción derivada del cuerpo.
2.Miedo fóbico e irracional al aumento de peso, que aumenta a medida que se pierde peso. El hecho de que con la pérdida de peso no desaparezcan la distorsión y el miedo viene a perpetuar la restricción alimentaria. En la bulimia son frecuentes las maniobras purgativas siempre conducentes a perder peso (fruto del llamado trastorno por atracón).
3.Distorsión de la imagen corporal que hace que se vea el cuerpo deformado. Según cita Jáuregui, hablamos de una alteración que no es visual, sino fruto de la representación mental del cuerpo (como si se tratara de un catalejo).
4.Restricción y selección de alimentos: primero de carbohidratos, luego de grasas y luego proteica, aunque a menudo surgen rarezas.
5.Obsesividad: según Jáuregui, las pacientes tratan de no sentarse a la mesa, se retrasan comiendo, evitan comer con los demás, hacen su propia comida, esconden los alimentos, retienen la comida en la boca, colocan alimentos detrás del pan o bajo la servilleta, cortan la comida en trozos muy pequeños, cambian el orden de los platos, comen de pie, no quieren mezclar jamás determinados alimentos, comen en platos pequeños.
6.Actitudes hostiles, quejas (demasiadas calorías), pactos consigo mismas (si me tomo este plato ya no cenaré, con el primero tengo suficiente), evitación de reuniones y celebraciones, pretextos para levantarse de la mesa.
7.Actividad excesiva, tanto deportiva como en los quehaceres diarios con connotaciones obsesivas.

Cómo se diagnostica la enfermedad

Tal y como recoge el libro de Jáuregui (Ignacio Jáuregui, psicólogo experto en trastornos de la conducta alimentaria), en primer lugar se hace una entrevista al paciente y una entrevista familiar. En ella se piden datos de filiación, antecedentes de enfermedades en la familia (fundamentalmente psicopatologías, obesidad o sobrepeso), y antecedentes personales del paciente. Tras ellos, hay que hacer una historia de la enfermedad: circunstancias o hechos al inicio de la enfermedad, hábitos alimenticios, presencia de atracones y conductas compensatorias (laxantes, vómitos, abuso de agua, sustancias adelgazantes, diuréticos), ejercicio e hiperactividad, consumo de sustancias, promiscuidad sexual, comportamientos autolesivos, gestos suicidas, cleptomanía, ludopatía, etc. A continuación se hace una exploración física para ver si hay alteraciones cutáneas (piel seca, presencia de lanugo, hirsutismo), frialdad, edemas, debilidad general, cefaleas, alteraciones en los dientes, hipertrofia de glándulas salivares, estreñimiento, amenorrea u otras alteraciones menstruales. La exploración de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial es fundamental. Para valorar el estado de desnutrición, es fundamental calcular el Indice de Masa Corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso por la talla en metros elevada al cuadrado, siendo entre 20 y 25 es una situación normal. En niños se utilizan tablas de evolución ponderal y estatural en función de la edad. A continuación se hace un hemograma y una bioquímica sanguínea (atención al perfil anémico con estudio de hemoglobina, ácido fólico, vitamina B12, hierro sérico y ferritina), sin olvidar el estudio de hormonas tiroideas y electrolitos (en ocasiones también hay que estudiar las hormonas sexuales). Las pruebas más solicitadas son: electrocardiograma, radiología (especialmente de tórax), ecocardiograma, ecografía abdominal y endoscopia digestiva. En cuanto a la exploración psicopatológica, hay que ver si existe adaptación social en general, estudiar las relaciones familiares, la adaptación laboral o escolar y las posibles problemáticas de pareja. Por último, también son frecuentes los cuestionarios para extraer datos de percepción sobre distintos temas: percepción de la imagen corporal, hábitos alimentarios y pensamientos relacionados.



http://www.consejos-e.com/Documentos/Psicologia-Sociedad-Salud-Jovenes-Mujeres-Hombres-Todos-los-publicos/Anorexia-y-bulimia-El-cuerpo-como-pensamiento-unico_1456.html

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pregorexia: Anorexia en el embarazo

Todos tenemos conciencia de la importancia de la alimentación en el embarazo y los riesgos que una mala o escasa ingesta de alimentos puede provocar tanto en la madre como en el bebé. Así como existe la anorexia, enfermedad que ataca mayoritariamente a mujeres las cuales dejan de alimentarse, lamentablemente existe su enfermedad homóloga en mujeres embarazadas, llamada Pregorexia.


La Pregorexia es un trastorno alimentario que afecta a aquellas mujeres embarazadas que se preocupan de forma excesiva por su figura las que tienen miedo a engordar o de aumentar mucho de peso las cuales empiezan a no alimentarse. Lo peor de todo es que estas mujeres no toman conciencia de que mucho del peso aumentado es parte de tejidos como la placenta, fluidos corporales y el mismo bebé y empiezan a dañarse a si mismas y a sus hijos gracias a su pretensión.

Un embarazo bien alimentado:

  • Tener una alimentación sana y equilibrada, dejando atrás el mito de “que las embarazadas comen por dos”, porque comer por dos es lo que te hace subir kilitos de más en tu embarazo. Los alimentos más adecuados para una mujer embarazada son aquellos que contienen lo esencial para el buen desarrollo del bebé, como lácteos descremados extra calcio, frutas, verduras y alimentos que contengan fibra, evitando así el consumo excesivo de grasas y alimentos basados en harina.
  • Tratar de hacer caminatas cortas y ejercicios adecuados para tu estado fisiológico, tratando de que estos sean controlados por especialistas.
  • Consumir los suplementos y profilaxis que el médico indica como el ácido fólico y el Omega-3.
  • Preferir carnes magras en vez de grasas, como pollo sin piel, carne de vacuno magra(posta), pavo o pescado.
  • Tratar de no consumir embutidos.
http://www.vidanutrida.com/2008/08/24/pregorexia-anorexia-en-el-embarazo/



CONSECUENCIAS EN LA SALUD

"Una mujer de peso normal debiera subir entre nueve y 12 kilos, en promedio, durante el embarazo", explica Paola Negrón, nutrióloga del Centro de Tatamiento de Obesidad UC. Sin embargo, aquellas que sufren pregorexia suben menos de ocho kilos y, según Valdivia, "en los casos más extremos ganan sólo cinco kilos durante la gestación".En el caso de la mujer, las consecuencias más frecuentes son descalcificación y fragilidad de los huesos, anemia y debilitamiento del sistema inmune, con problemas de cicatrización y mayor riesgo de contraer enfermedades virales.El feto, en tanto, puede padecer restricción de crecimiento al interior del útero, bajo peso al nacer y, a largo plazo, podría sufrir diabetes e hipertensión.

http://www.vota2010.cl/contenido/739_253112_9.shtml


La cara del nuevo fenómeno:

En 2008, Angelina Jolie estaba embarazada de gemelos, sin embargo, lucía una figura tan delgada que resaltaban los huesos de su clavícula y las venas de sus brazos. Pronto los medios comenzaron a afirmar que la actriz estaba obsesionada con mantener su peso. Para esto, la protagonista de Tomb Rider se habría sometido a intensas sesiones de ejercicio e incluso, habría reducido su consumo de alimentos.Así, Jolie se convirtió en la cara más conocida de un nuevo fenómeno conocido como pregorexia. "Es un trastorno alimentario que afecta a las embarazadas que se preocupan en forma excesiva por su figura y que tienen miedo a engordar o aumentar mucho de peso", explica Patricio Vásquez, ginecólogo de la Clínica Indisa. Ellas dejan de alimentarse para evitar el aumento de sus medidas.

http://www.vota2010.cl/contenido/739_253112_9.shtml

La nueva epidemia

La nueva epidemia adolescente:

Buen rendimiento escolar y una conducta perfeccionista eran rasgos opacados por los sobrenombres que en el colegio recibía por su aspecto físico. Decidida a cambiar, hizo de la restricción de alimentos y ejercicios una rutina. Pero en vez de eliminar poco a poco las cosas que según su perspectiva engordaban, casi no comía. Así, en poco tiempo su peso era el mínimo para su estatura.
La historia es ficticia, pero no necesita más antecedentes para señalar que alude a un caso de anorexia, similar a muchos otros que han causado tragedias familiares y que cada vez resultan más cotidianos.
Según cifras del Minsal, el número de pacientes en control por esas enfermedades en el Programa de Salud Mental aumentó en dos años en 97%. Si en 2005, 1.686 personas se atendieron en el sistema público por bulimia, anorexia, comer compulsivo y trastornos de alimentación atípicos, en 2007 la cifra aumentó a 3.321.
Con presencia mayoritariamente femenina, estos cuadros son un problema creciente en la población joven: los pacientes en tratamiento entre los 10 y 19 años subieron 115 %, pasando de 794 a 1.706.


Fue hace 20 años que en Chile estos cuadros comenzaron a ser más evidentes, explica Pablo Arancibia, siquiatra de Clínica Dávila. Desde entonces, el tratamiento ha variado del enfoque exclusivamente nutritivo, a un tratamiento multidisciplinario con nutricionistas, médicos internistas, sicólogos y siquiatras. "Hace dos décadas, frente a las pacientes con anorexia se buscaba alimentarlas a cualquier costo. De la bulimia había pocos estudios y tratamientos que mostraran eficacia; era poco lo que se podía hacer por los pacientes", dice Arancibia.
La orientación se modificó en los años noventa, indica Patricia Cordella, jefa de la Unidad de Trastornos de Alimentación de U. Católica: "Nos dimos cuenta que lo importante era intervenir en el modo en que estas mujeres eran cuidadas. Y eso es muy complejo, ya que incluye focalizarse en la familia y en el grupo de pares que rodea al individuo".
Actuar antes de que estas personas experimenten grandes bajas de peso, aclara Cordella, es otro cambio: 60% de las pacientes mejora si es tratada en los inicios de su trastorno y sólo un 30% no lo logra.
Adicionalmente, hay más registros de las enfermedades, mayor número de consultas precoces y mejor diagnóstico médico.
Sin embargo, las mismas pacientes están más preparadas para resistir la terapia, sostiene el siquiatra de Clínica Dávila: "Entre ellas se dan recetas de cómo bajar de peso o cómo engañar a su entorno, entre mucha otra información que les da más herramientas para fomentar la enfermedad".


"Al parecer esta de moda"
Prototipo de delgadez:
Pese al impacto de casos como el de Carolina Reston (21), modelo brasileña que murió por complicaciones de su delgadez extrema de 40 kilos y 1,74 cms. de estatura, o la historia de Andrea Carrio, viñamarina de 17 años que falleció por un paro cardiorrespiratorio que la afectó mientras pesaba menos de 40 kilos -insuficientes para su estatura de 1,65 mts.-, el prototipo de una apariencia casi esquelética se extiende cada vez más entre las adolescentes, advierte Daniela Nicoletti, sicóloga del Hospital Clínico de U. Católica. Razón que estaría detrás del alza de estas enfermedades.La tendencia últimamente también se aprecia en hombres, dice Minoletti: "Al parecer, está de moda andar vomitando y las dietas extremas para bajar de peso. Irónicamente, a veces esto hace que los menores sean bien mirados por sus pares".Los jóvenes, sostiene el siquiatra Pablo Arancibia, se ven sometidos a excesiva rigidez en términos estéticos, "lo que no deja espacio para situaciones alternativas, fomentando la descalificación si hay alzas de peso. Los niveles de tolerancia son muy bajos".Si a esto se suman las exigencias sociales de ser exitosos en todas las áreas de la vida, añade Minoletti, la combinación muchas veces es fatal en jóvenes con personalidad autoexigente. "En general, son muchachos que les va muy bien en el colegio y que no aceptan equivocarse", asegura.




http://www.vi.cl/foro/topic/8221-la-bulimia-aumeto-en-un-97-en-chile/